jueves, 8 de febrero de 2018

El golpe maestro


Una parte breve de este texto periodístico que escribí fue publicado en el Diario del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata de 2015, del que fui editor, cuando se proyectó por primera vez en Argentina el corto Los 4 golpes, dirigido por François Truffaut en ¡Mar del Plata en 1962! Ahora va la versión completa como regalo de cumpleaños al gran Truffaut.

En 1962, François Truffaut había filmado Los 400 golpes y Jules et Jim, y aunque comenzaba a alejarse de la crítica de cine, que había ejercido en varios medios como Cahiers du Cinéma, aún estaba entre el periodismo y la dirección de cine. De hecho, todavía preparaba su obra maestra como crítico, el libro El cine según Hitchcock que editaría en 1966, para el cual ejercía su pasión cinéfila visitando la cinemateca de Bélgica, que le proyectaba las películas del maestro del suspense para planificar sus entrevistas meticulosas. En esa época, Truffaut fue invitado a la competencia del Festival de Cine de Mar del Plata, donde ganó como Mejor Director por Jules et Jim. Durante su estadía en el Hotel Hermitage, filmó un corto en 16mm, una suerte de policial, tal vez otro de sus homenajes a Hitchcock, tal vez el epílogo de su anterior película, Disparen sobre el pianista. Ese corto fue llamado Los 4 golpes, así en español, como un título paródico a su ópera prima. Lo cierto es que el corto permaneció en la sombra porque Truffaut, devolviendo el favor que le hicieron al proyectarle las películas de Hitch, le regaló a la cinemateca belga Los 4 golpes y quedó archivado e inédito por décadas.

La primera excentricidad extrema de Los 4 golpes es el casting de las tres mujeres que coprotagonizan con Truffaut. El corto se basa en una idea de la escritora francoargentina Gloria Alcorta, quien también actúa como víctima del asesino interpretado por Truffaut. Alcorta era hija de padres argentinos nacida en Francia, donde vivió muchos años. Se sabe que, por ejemplo, era amiga de Jean Cocteau, tal vez también participe en el corto por haber sido amiga de Truffaut. Alcorta ya era un autora conocida tanto en Francia como en Argentina por sus obras de teatro y sus cuentos, y ese año había publicado la novela Noches de nadie. Tal vez el papel en este corto sea su única participación en cine.
La mujer de pelo corto que es perseguida por Truffaut por el lobby del Hotel Hermitage es Christiane Rochefort, artista múltiple y parte del movimiento feminista francés, que en ese momento ya había publicado más de media docena de libros, como su best seller de 1958 Le Repos du guerrier, que justo el año en que participó en el corto de Truffaut fue adaptado al cine por Roger Vadim y protagonizada por Brigitte Bardot.
Marie Laforêt, quien interpreta a una de las cómplices del asesino, es cantante y actriz: había debutado en cine dos años antes con Alain Delon en la adaptación dirigida por René Clément de A pleno sol, la novela de Patricia Highsmith.
Extrañamente confluyendo en el Festival de Cine de Mar del Plata, Truffaut, Alcorta, Rochefort y Laforêt se encerraron para filmar el corto en el lobby del Hotel Hermitage, donde transcurre toda la acción, para hacer un pequeño relato mudo donde se pueden reconocer estatuas, muebles y la puerta giratoria que todavía existe en esa locación balnearia.


Suerte de comedia negra, Los 4 golpes es el eslabón perdido entre las locuras slapsticks mudas de Mack Sennett y los cortos oscuros de Roman Polanski, donde además Truffaut hace una suerte de metapelícula, porque rompe la narración ficcional para mostrar el detrás de cámara y darle instrucciones al camarógrafo para filmar su asesinato. Ese backstage puede verse como influido por el contexto, porque el corto se filmó durante un festival de cine, pero también prefigura algunas escenas de La noche americana, la película sobre el cine también dirigida y protagonizada por Truffaut que ganaría el Oscar a Mejor Película Extranjera doce años después. En su extrañeza radical, en su blanco y negro documental que se vuelve ficción absurda, Los 4 golpes es una buena pócima en frasco chico de la oscura felicidad propia de las mejores películas de Truffaut.