sábado, 24 de diciembre de 2011

Papa navideña


Me canonizaron en vida: fui Santa gracias a que me bautizaron como Chicx de Tapa en número navideño del suplemento Soy de Página/12. ¡Qué herejía, carajo! Desde el título me compararon con la Coca Sarli, aludiendo a una de las películas de erotismo prostibulario de ella: Intimidades de una cualquiera. Tiene lógica, porque la Coca-Cola inventó el ícono papanoelístico que imito, y porque el apodo de familia de mi pareja abierta es Coco. Entonces, soy la Coca navideña: ¿qué pretenden ustedes de mi arbolito, de mis bolas, de mi pesebre?
Aunque no lo crean, porque ya saben que soy una chica fácil, la impronta pin-up de la foto no fue necesariamente intencional ni premeditada, tuvo que ver con una casualidad. Sebastián Freire, el fotógrafo virtuoso responsable de la imagen, alquiló el traje de Papá Noel más grande de la casa de disfraces pero me iba chico: la casaca no me abrochaba y el pantalón no me pasaba de las rodillas (aprecien lo que son esos jamones prominentes que me sostienen), entonces no quedó otra que salir semidesnudo, y como a mí no me cuesta nada... Me dejé el sombrero puesto, eso sí, porque quería ser drag navideña. Y, para no propiciar el escándalo exhibicionista, tapé mis partes con un libro que estaba en la mesa de luz, al lado de mi propia cama, donde se hizo la foto. El libro es The Death Ray, una historieta de Daniel Clowes, muy recomendable, que le hace el aguante a Ghost World en su retrato amargo y original del fin de la adolescencia. Si quieren y les dan ganas, curiosidad o deseo incontrolable, puedo invitarlxs a leerlo en mi cama, y si no leen en inglés, se los traduzco a la lengua que entiendan, para eso soy mandado a hacer. Perdón, me fui de boca.
Sigo: lo aclaré ayer cuando me invitaron a leer en la presentación de Waska#3: no soy Papá Noel, soy Papa Noel (grave, sin tilde, como el tubérculo), porque poseo varias de las características de la papa: tengo una redondez irregular y soy sucia.
Si con esa foto no les he sacado las ganas de festejar, que pasen felices fiestas y que El Gordo de Navidad cumpla sus deseos más oscuros esta noche.

2 comentarios:

el osculador dijo...

¡Tapa del año! Un Soy de antología. Yo no pude con la tentación y me compré la edición en papel (lo virtual es volátil e impalpable). Si sos papa, te hago puré, ja! (perdón por este terrible chiste). Buen fin de año, papa.

Diego Trerotola dijo...

Jajaja, jojojo, Sos un grande, osculador, gracias por lo que decís.
Este año va a terminar bien porque por fin te conocí: gracias por los paseos tucumanos.
Que también pases bien el fin de año. Abrazos