miércoles, 23 de noviembre de 2011

Go West


Tengo la teoría de que Mae West volvió a filmar en 1970, tras casi treinta años de haberse retirado de las pantallas, porque Susan Sontag la nombró en sus "Notas sobre lo camp", donde la escritora ensayaba un acercamiento a una sensibilidad por la exageración, lo artificioso y la teatralidad propia del gusto homosexual. Es que la West fue la mayor propagandista de lo camp entre las estrellas de Hollywood, y volvió para ocupar el trono de la matrona en Myra Breckinridge, adaptación de la novela transexual de Gore Vidal. Ahora la Sala Lugones programa cinco películas para darse una vuelta por los inicios cinematográficos de la diva de las frases antológicas. Y yo, campista tóxico, garabateo algunos apuntes biográficos en una nota de Página/12, por supuesto en el suplemento Soy. Abajo copio el comienzo.

Apunta Wikipedia que en la Segunda Guerra Mundial, la Fuerza Aerea estadounidense había diseñado un chaleco salvavidas al que se bautizó Mae West, en parte porque al usarlo cualquier soldado pasaba a tener pechos inflables e iguales a los de la sex symbol nacida en New York. Ese es el efecto West: cualquiera es una drag queen, porque su estilo embiste, traviste, envuelve para regalo el cuerpo y lo hace indestructible, irreductible. Esos chalecos eran la supervivencia de un mito pansexual: de alguna manera, los corpiños-paracaídas eran artilugios bélicos que hacían volar las certezas fijas de los géneros. Porque lo evidente es que en la batalla de los sexos, la West fue la que más le puso el pecho a las balas. Y la fuerza aérea de sus pestañas kilométricas y el revoleo de sus ojos, marcas de fuego de su estilo ultracamp, hicieron de su visión la mira de un fuselaje que encañonaba a fuerza de frases disparatadas como esquirlas de doble o triple impacto. Se la llamó repetidamente “bomba sexual”, y es que las metáforas guerrilleras son difíciles de eludir porque Mae West fue una de las que más combatió al capital simbólico del espectáculo patriarcal con su presencia arquetípica, caricatural de mujer bien armada.

jueves, 17 de noviembre de 2011

La punta rosa


Tenía que pasar y pasó: Alejandro Modarelli, que ya había sido co-autor de una inmundicia, ahora hizo la presentación pública de su Rosa Prepucio. Estaba cantado: no hay manera de que las locas no paren hasta convertirse en damas distinguidas de la alta asquerosidad. Ahora, el tal Modarelli insiste con las teteras y otras calamidades que la comunidad glbtiq bienpensante ya dejó atrás, sepultada en un pasado oprobioso, que mejor que no vuelva porque ahora todo está desintoxicado o es diet. Ahora todo es cultura gay, light, zero, no te engorda ni te mata: es una enfermedad crónica e inofensiva. Bueno, si ustedes se hacen cargo de los daños colaterales que les pueda provocar (como rotura de esfínter y quiebre de muñeca, por ejemplo), les dejo para leer el párrafo del comienzo del libro. Si están viciadxs y no se conforman con la punta, porque la quieren toda podrida y adentro, acá pueden leer completo el primer texto, pasando por el suplemento Soy, que también tiene una presentación de María Moreno.

Los restos de orines y de mierda, y como fondo el ruido del tren, avivaban los sentidos de los amantes de paso, que se apareaban contra natura entre las paredes de los retretes. No los detenía el intenso olor; al contrario, el tufo los ayudaba a separarse del mundo cotidiano. Así como los novios o esposos corrientes perfuman sus bendecidos placeres de rosas y jazmines que agonizan en floreros, los aventureros sarasas del baño de la estación cultivaban sobre la roña los capullos de su deseo clandestino.

lunes, 14 de noviembre de 2011

El amante de Dante


En 2003, cuando la revista El Amante le dedicó un dossier a la obra de Joe Dante, escribí la nota central, introductoria, repasando su carrera en cine y TV, sus logros como uno de los más importantes cineastas del siglo XX. Tres años después, me invitaron a un encuentro de críticos en Barcelona y pasé por el Festival de Sitges unos días. Ahí estaba invitado Joe Dante, que presentaba unos capítulos de la serie Masters of Horror y una película colectiva llamada Trapped Ashes. Conseguí el número de habitación, estábamos en el mismo hotel, y me dio una cita para entrevistarlo una hora antes de que tenga que salir para el aeropuerto. Fue una entrevista relajada y vertiginosa, al particular ritmo Dante, que también fue publicada en una nota en El Amante junto a la foto que me saqué con él. Ahora vino por primera vez a Argentina para el Festival de Mar del Plata, y nos volvimos a ver. Recordaba mi nombre y cada vez que lo decía me emocionaba. El último día que lo vi, el sábado pasado, me dijo que le gustaba la remera de Ramones que llevaba puesta y quiso sacarse una foto conmigo para enviársela a su amigo Allan Arkush, director de la película Rock 'n' Roll High School, protagonizada por el cuarteto punk. No pude emocionarme más cuando me pasó su mano por mi cintura para la foto. Arriba el momento que ambos posábamos para la foto que llegará a manos de Arkush, y abajo un fragmento de mi nota de 2003 que salió en el número 140 de El Amante.

Antes de recibirse de director de cine, Dante estudió animación. Por eso la relación estrecha y la admiración infinita con Chuck Jones, máximo animador de Warner Bros. Además de realizar varios cameos en el cine de Dante, Jones dirigió el prólogo y el final animado de Gremlins 2, donde participan el pato Lucas, Bugs Bunny y Porky. Aunque Looney Tunes: de nuevo en acción es un megahomenaje a Jones, Dante también tiene un proyecto pendiente llamado Termite Terrace, adaptación fílmica del libro de Jones sobre su experiencia inicial como animador de Warner. En esa posible película seguro desfilará como personaje Frank Tashlin, el director más citado como precursores de Dante, quien trabajó en animaciones de Warner, fue gagman en guiones de los hnos. Marx y finalmente se convirtió en director de comedias, muchas protagonizadas por Jerry Lewis. Dante declaró que Viaje insólito era una comedia al estilo Tashlin. Truffaut y Godard eran reconocidos admiradores de Tashlin y en la escena parisina de Looney Tunes... hay varias referencias a Jerry Lewis. En su libro sobre animación, Charles Solomon escribió que al entrar a la Warner como director de cartoons en 1936, Tashlin experimentó con nuevos ángulos de cámara, afiló el montaje rápido y ayudó a introducir el “gag reflexivo”, donde el personaje interrumpe la historia para explicitar que es un dibujo animado. En este tipo de gag, luego continuado por Chuck Jones, el personaje evidencia la ficción y, al mismo tiempo, se rebela contra la autoridad del dibujante para desplegar todo su potencial anarquista. El gag reflexivo también fue heredado por Dante y tiene su expresión superlativa en las secuencias donde los Gremlins invaden los cines. En una veta salvaje de la comedia anarquista, esta técnica anti-ilusionista pone en crisis el poder hipnótico de la ficción realista y el espectador experimenta cierta libertad de las reglas y convenciones para pensar el relato. El proceso anti-ilusionista, compartido por otros cineastas modernos como Godard, no desacelera el ritmo de las películas de Dante, que continúan manteniendo su característica velocidad zigzagueante. Como exploraciones revueltas, barrocas e inestables, el espacio cinematográfico dantesco avanza y nunca se regodea de su propia autoconciencia ni se detiene en la belleza del desorden. En realidad, la reflexión y la vitalidad van perforando la superficie fílmica para instalar un solo movimiento termita que devasta todo a su paso y deja apenas las cenizas, el azerrín de una pasión.

domingo, 13 de noviembre de 2011

Desde Grecia, con locura


A partir de una nota sobre la película griega The Rebellion of Red Maria, publicada en el suplemento Soy, recibí un mail del productor Gregory Athanasiou, que estaba muy agradecido y me daba la noticia de que había traducido el texto al griego para publicarlo en el sitio oficial de la película. Abajo copio el principio, por acá pueden leerla completa.

Αναμφίβολα, ένα από τα βασικά σκηνικά της πρόσφατης οικονομικής κρίσης ήταν το χρονικό της προαναγγελθείσης πτώσης της Ελλάδας, εξαιτίας μιας κυβερνητικής πολιτικής παραποίησης στοιχείων του χρέους και της ανάγκης εξωτερικού δανεισμού που δεν θα μπορούσε να αποπληρωθεί, καθώς και άλλων απελπιστικών καταστάσεων, οι οποίες πυροδότησαν μια σειρά κοινωνικών συγκρούσεων για λίγη δικαιοσύνη από ένα κράτος υποκριτικό που για χρόνια τρεφόταν από κακές πρακτικές.

viernes, 11 de noviembre de 2011

Plácido sábado y domingo


Si están por el Festival de Cine de Mar del Plata, o si al menos están cerca y pueden darse una vuelta durante este fin de semana, podrán ver diez de las películas de Luis García Berlanga, justo cuando se cumple el primer aniversario de la muerte de este genio de la comedia anarquista española. El valenciano libertario que desafió al franquismo y adelantó mucho del desborde barroco de la movida española, tenía un fetiche que se había convertido en su marca autoral: la mención del Imperio Austro-Húngaro en cada una de sus películas. Nadie, ni siquiera él, explicó cuál era la razón de tan particular referencia. En la nota de hoy del suplemento Soy de Página/12, me atrevo a tirar una teoría al respecto, en el texto más revelador que alguna vez publiqué.

domingo, 6 de noviembre de 2011

Con la panza llena


Este año el festejo de mis 37 años coincidió con la XX Marcha del Orgullo LGBTIQ, por eso tuve la mejor fiesta de cumpleaños, una que no podría haber soñado mejor. Y, además de las tareas que cumplo en hacer año tras año en la Marcha, esta vez tuve la oportunidad de leer el discurso de los Osos en Plaza de Mayo, junto al actor Pablo Bustillo del Club de Osos de Buenos Aires, que, dicho sea de paso, está haciendo una versión teatral muy recomendable de El Confín de Patricia Zangaro. Exaltado como me gusta, amplificando mi voz a pura pulsión sanguínea, grité sobre el escenario de la Marcha mi defensa de otras formas del deseo, del erotismo, de los cuerpos, bajo la consigna: ¡Nuestras panzas son políticas!
Como regalo panzón de cumpleaños ya hubiese quedado satisfecho con que mi historieta erótica favorita haya vuelto bajo mi signo. Pero había más. La generosidad inmensa de Guibu me regaló un encuentro memorable, dibujando todas mis fantasías carnales de lector, cuando me envió por Facebook la imagen de arriba con el texto de abajo:
"Feliz 37, Diego. No pude conseguir una cena íntima con Funes y Cornelio para vos como regalo, pero al menos te envío una imagen que espero que te guste. Felicitaciones también por lo de la marcha del Orgullo. Te mando un abrazo desde Tucumán. Guibu"

martes, 1 de noviembre de 2011

Queer X


Creo que soy descaradamente (iba a escribir oficialmente, pero me arrepentí) queer desde 1996, cuando presenté una función de Poison (1991) de Todd Haynes en el C. C. Rojas, dentro de un ciclo de cine queer curado por otras personas que me invitaron a participar como anfitrión en una de las proyecciones. Es decir, el cine me hizo queer, a él le debo muchas cosas, incluso esta. Al poco tiempo comencé a ser activista queer tiempo completo, y me llegaban a citar dando declaraciones radicales e incorrectas como esta: "A diferencia del pedido de derechos civiles, lo queer se especializa en construir una suerte de activismo que ataca la dominante noción de lo natural. Lo queer rompe tabúes, es monstruoso y siniestro". Hoy, creo (y espero) seguir diciendo cosas peores.
Parte de mi activismo queer consistió, a lo largo de los años, en curar ciclos de cine como forma de salir del asfixiante universo de lo glbt como forma de asimilacionismo, de pose social para agradar a mayorías reaccionarias. Hace diez años, mi ciclo Audiovisual queer se propuso como objetivo prioritario romper con la regulación de representaciones de la diversidad sexual y así ofrecer las vetas más deformes del hacer y estar en el mundo hasta convertirlo en un lugar más dionisiaco. Siempre en pos de profanar un poco la concepción pudorosa y santa de la sexualidad tanto como las casillas fijas de los géneros, como para promover prácticas posibles e imposibles que quiebren las hegemonías heterosexistas. Hubo de todo en tres ediciones anuales y consecutivas, desde 2001 y 2002 en el Rojas hasta 2003 en Belleza y Felicidad: mucha revolución pasó bajo un puente que cruzó parajes inexplorados del universo queer. Hubo películas, y otros objetos audiovisuales desconocidos, de Albertina Carri, Lilian Morello, Sebastián Molina, Peter Pank, María Celleri, Sol Aramendi, Gisela Schuster, Santiago Giralt, Goyo Anchou, Gabriel Boschi, Robert Epstein, Jeffrey Friedman, Joe Mantello, Rosa von Praunheim, Ventura Pons, John Waters, R. W. Fassbinder, Violeta Uman, Goyo Anchou, Pablo Oliverio, Diego Lerman, Jean Genet.
Ahora, de golpe, volvimos para celebrar diez años de la primera muestra y veinte de la Marcha del Orgullo, que este año es LGTBIQ (o sea, se suma por primera vez la letra Q de queer, iupi). Empieza hoy en Casa Brandon y sigue mañana en el Rojas. En el flyer arriba tienen horarios y direcciones; acá abajo, detalles de la programación. Nos vemos, entonces, y si tenemos ganas, nos tocamos.

Miércoles 2, Casa Brandon
deseo de barba (Argentina, 2011, 7 min). Dirección: valeria flores.
El nombre de los seres (Argentina, 2011, 13 min). Dirección y Edición: Goyo Anchou.
Pink Narcissus (EE.UU., 1971, 71 min). Dirección: James Bidgood.

Jueves 3, C. C. Rojas
Nadie es Normal (Argentina, 2011, 12 min). Dirección, edición y producción general: Ileana Dell'Unti, Bruno Viera, Fernanda Ortega, Florencia D-Angelis.
Las travestis también lloran (Les travestis pleurent aussi, Francia, 2006, 55 min). Dirección: Sebastiano D´ayala Valva.