sábado, 23 de julio de 2011

Muñeca rota


Me enorgullezco de haber escrito en Homoxidal 500, un fanzine homocore editado con el talento y cariño infinito de Rafa. Mi afinidad con el punk, mi ramonismo militante, me hizo acercarme a esa movida local que la sostenían pocas personas, pero todas con una valentía digna de heroínas y héroes. Hace diez años, en una de las primeras fiestas homocore, Rafa me regaló Perversos, Desviados, Invertidos, un ep de 7'' en vinilo blanco con canciones de The Haggard, She Devils, Islam y Limp Wrist, uno de los objetos más preciados que tengo. Ahí se escucha la canción "I Love Hardcore Boys, I Love Boys Hardcore", que hicieron de bis los Limp Wrist ayer, cuando tocaron por primera vez en Argentina, y los vi junto a Rafa, adelante, en el calor del pogo, mientras una decena de adolescentes se tiraba del escenario en nuestras narices. Sobre Limp Wrist escribí una nota en el Soy de esta semana, y todavía pueden ir a verlos mañana, que se presentan por última vez en su breve pero furiosa gira del sur. Ver en vivo a Martín Sorrendeguy, cantante de Limp Wrist y ex Los crudos, es una experiencia indeleble, no hay energía más desenfrenada en escena (parece que el hardcore le va muy bien a los uruguayos, recordando a Marquitos de Motosierra, otra fuerza fulminante en los escenarios que pisaba fuerte).

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